Este viernes concluyó el Programa ADN – Encuentros Proyectuales en el Territorio, que durante toda la semana reunió en San Martín de los Andes a más de 200 estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La iniciativa fue posible gracias a la articulación entre el Taller Nación —cátedra de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, dirigida por el Arq. Pablo Ferreiro— y el Instituto de Vivienda y Hábitat del Municipio, que promueve instancias de trabajo colectivo. A modo de cierre, en la Plaza San Martín, los y las estudiantes compartieron con la comunidad parte de los proyectos y reflexiones que surgieron durante la semana.
La intensa agenda comenzó el lunes 5 con la presentación de distintos representantes del gobierno local y continuó a lo largo de toda la semana con visitas, caminatas y espacios de diálogo con referentes sociales, comunidades y organizaciones locales.
Territorio en foco: aprendizajes desde Lolog e Intercultural
La jornada del martes 6 comenzó con una recorrida en colectivo hasta el paraje Lolog, atravesando la complejidad del clima y los caminos anegados por la lluvia, y finalizó en el Barrio Intercultural, donde integrantes de la organización Vecinos Sin Techo compartieron el proceso de construcción del barrio, que lleva más de 20 años de historia en la localidad.
Para Maite Moreno, estudiante de segundo año, participar del Programa ADN en San Martín de los Andes significó mucho más que una actividad académica.
“Lo interdisciplinario, lo colectivo, el trabajo en comunidad… que no sean los arquitectos solos decidiendo qué se hace, sino preguntándole a las personas cómo viven, qué quieren, qué sienten, qué forma de vida tienen. Eso me pareció fundamental”.
Aunque no era su primera visita a la localidad, el taller le permitió ver más allá de la postal turística: “Yo había venido como turista, uno ve acá y es bellísimo. Hay casas hermosas, pero dentro de eso hay un montón de cosas que uno no ve. El tema de que la gente no tenga su propia casa, de que tenga que vivir en asentamientos. Eso es algo que lo ves caminando, o sea, recorriéndolo, charlando con la gente, no se ve de otro modo.”
Y concluyó con una reflexión sobre el rol del Estado y su lugar como estudiante y futura profesional: “El laburo del Instituto es inmenso, mientras se apagan incendios, se proponen acciones”. Y sostuvo: “creo que cada uno decidirá qué rol quiere ocupar, si quiere ser un profesional de escritorio o de campo, estar con la gente y colaborar”.
Escuchar al territorio: experiencias en primera persona
El miércoles 7 inició con varios expositores Durante la tarde se desarrollaron dos actividades en paralelo. En el Espacio Trama, organizaciones sociales compartieron sus experiencias. Participaron el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), colectivo Enjambre, el grupo de vecinos autoconvocados del Trébol y la organización Vecinos Sin Techo. También expusieron Sofía Russiani y Agustina Pera que pasaron en sus años de estudio, por el Taller Nación y fueron parte del programa Procrear, cerrado este año por el gobierno nacional. Fue un espacio de escucha atenta, intercambio y reflexión sobre las múltiples formas de habitar el territorio y los obstáculos para acceder a una vivienda digna.
Simultáneamente, en la EPET 12, estudiantes de la UBA compartieron su experiencia con alumnos del último año del secundario, reflexionando sobre lo que implica estudiar en una universidad pública y su importancia.
Juan Manuel Martínez, uno de los 32 profesores del Taller Nación, compartió respecto a este encuentro: “Creo que la relación de la ciudad con el paisaje, la preservación del entorno natural y el respeto por la diversidad cultural son distintos temas que San Martín de Los Andes pondrán en agenda en sus trabajos y en la construcción de un pensamiento crítico para el análisis de las distintas ciudades del país así como las propias”. Además, señaló una preocupación en términos de acceso y pertenencia de los jóvenes: “La ausencia de espacios de uso comunitario público para la población local, que estén disponibles todo el año, supone una dificultad para el desarrollo de las juventudes y el arraigo dentro de la ciudad».
Jueves 9: territorio y comunidad en Trompul
El jueves, los y las estudiantes se trasladaron al paraje Trompul, donde fueron recibidos por el Lonko filosófico Carlos Curruhuinca y distintos integrantes de la comunidad mapuche y pobladores locales. La actividad incluyó una caminata guiada por el territorio, en la que se abordaron temas vinculados al arraigo, la ancestralidad del territorio y la defensa del modo de vida comunitario.
Uno de los aspectos que más me llamaron la atención fue la lógica de trabajo participativo. El desafío de poder administrar un territorio tan extenso y con la presencia de distintas comunidades e intereses no siempre es abordado de forma conjunta por quienes habitan el territorio”.
Una apuesta colectiva por una arquitectura con compromiso
El Programa ADN deja una huella en quienes participaron, a través del intercambio directo con comunidades y organizaciones, se fortalecen los vínculos entre la universidad pública y los territorios, y se impulsa una formación profesional crítica, comprometida y situada.
Juan Manuel Martínez, profesor que forma parte del Taller Nación desde hace dos años observó: “La universidad pública es el espacio desde donde podemos permitirnos pensar y proponer nuevas miradas sobre el territorio, tener la oportunidad de trabajar” También compartió una primera reflexión sobre el territorio y los principales desafíos identificados durante el recorrido: “La emergencia habitacional y la administración del ejido de San Martín de Los Andes fueron uno de los problemas principales que identificamos, la complejidad de abarcar un territorio tan extenso y con tan variadas jurisdicciones supone un desafío para el desarrollo futuro de la ciudad, la aparición de grandes desarrollos inmobiliarios y la puja por la explotación del territorio son situaciones que preocupan y que tendremos que tomar el tiempo para pensar y elaborar al respecto.”
San Martín de los Andes no fue solo un escenario de aprendizaje, sino un territorio vivo de experiencias compartidas, memorias, luchas y proyectos comunes. Promover instancias públicas, colectivas y transformadoras como esta es una forma concreta de fortalecer el derecho a la ciudad y de construir, junto a la comunidad, respuestas integrales a las problemáticas habitacionales del presente.
(Informe del Instituto de Vivienda y Hábitat de San Martín de los Andes)
