Vecinas y vecinos de los 200 nuevos lotes de Chacra 30 recorrieron el Barrio Intercultural para conocer la experiencia del trabajo comunitario y las diferentes etapas por las que atraviesa la concreción de un sueño urbano.
Durante la visita, las familias se interiorizaron de las diferentes etapas por las que atraviesa una urbanización, desde las primeras demarcaciones hasta la mensura, la apertura de caminos, el acceso a los servicios, la consolidación de calles, y la construcción de viviendas.
La jornada, organizada por el Municipio, a través del Instituto de Vivienda y Hábitat; y por Vecinos sin Techo, consistió en la visita dividida en cuatro grupos que recorrieron el Lote 27 durante la mañana y la tarde del sábado.
Representantes del Consejo Asesor de la Vivienda, de Vecinos sin Techo y del Instituto de Vivienda, explicaron detalles de las diferentes etapas, el acceso al agua, la extensión de la red eléctrica, dentro de las características particulares del Intercultural y de las organizaciones que trabajan en él.
Así como este sábado la recorrida se realizó en el Intercultural, en próximas convocatorias, las y los vecinos de los nuevos lotes de Chacra 30, recorrerán también experiencias de otros barrios para luego andar su propio camino, a través de la acción colectiva y con apoyo del Municipio y de la provincia de Neuquén.
El lema sigue siendo “De la tierra al barrio”, el mismo que acompañó la primera convocatoria, en septiembre, realizada en el Cpem 57, en formato de presentación, encuentro comunitario y talleres para las familias adjudicatarias de los lotes.
La directora de Vivienda y Hábitat, Carolina Amaya, explicó que se trata de “visitas de interaprendizaje para entender qué significa urbanizar, cómo es tomar posesión, entender las infraestructuras, las caminerías, las mensuras y todo lo que hace a ese proyecto colectivo”.
Ignacio Ferrería, de Vecinos sin Techo, participó de la recorrida y respondió preguntas de los visitantes, al igual que otros integrantes de la organización. El objetivo -dijo- “es acompañar a estas familias que recién ahora se comienzan a conocer”.
“Como organización, nosotros proponemos llevar adelante, junto con el Estado, un proceso planificado donde todas las partes involucradas, incluyendo a las propias familias y distintas reparticiones del Estado, podamos llevar adelante un plan donde se pueda ordenar la ejecución y la gestión de la obra”, agregó.
Ferrería puso como ejemplo que “para pensar en servicios, primero hay que tener la mensura; hay un orden que debe seguirse, de manera transparente y colectiva”. Agregó que “nuestra experiencia muestra lo bueno de la organización y también las cosas donde hicimos agua, no todo fue virtuoso y de eso también aprendimos y lo comentamos”.
Sobre los próximos pasos en este proyecto de las 200 soluciones habitacionales de Chacra 30, Carolina Amaya explicó que “la idea es captar experiencias también de los barrios que tenemos en cordones y de otros barrios; cada urbanización encierra una forma diferente de hacer barrios”.
Finalmente, la directora del Instituto de Vivienda agradeció “a la comunidad y a Vecinos sin Techo por darnos la posibilidad de acceder al territorio y que las vecinas y vecinos conozcan experiencias; que puedan comprender las dificultades y ver qué barrio queremos para nuestras 12 hectáreas y media de Chacra 30”.